Sede La Arboleda, Centro Educativo Rural Jesús Aníbal Gómez
Sede La Arboleda, Centro Educativo Rural Jesús Aníbal Gómez
Jericó, el grato nido de amores, es mi lugar de nacimiento; donde el alma feliz se recrea.
Como oruga me desperté en sus cielos, tejí mi capullo y me envolví con sus hilos dorados. Luego salí de la crisálida y volé a tierras lejanas y solitarias. Con el tiempo, me sumergí en el olor a café, en las risas de los niños y en las montañas.
Un recorrido espinoso, de vuelo alto, con sus interferencias… De transformación en todo su esplendor, tiñendo las alas de colores con el sudor del día a día.
Ahora, como mariposa, vuelo libre cerca de casa, tranquila y humilde, amante del territorio, del juego y la alegría; agradecida con mi vida y trabajando por mis sueños.
Caminando entre el espeso verdor de las montañas de Tarso, llegué a la vereda La Arboleda, cercada por café, plátano y caña de azúcar, habitada por seres de luz que iluminan con su presencia el territorio; luchadores, emprendedores y humildes de corazón. De allí surgen trece luces que caminan diariamente para llegar a la sede educativa en medio de sus dificultades y adversidades; se acercan a divertirse, con ilusión, entusiasmo y curiosidad.
Encontrando un ambiente de aprendizaje desolado, sin material didáctico y con una enseñanza tradicional donde el actor principal… era yo, inicié mi aventura, mi transición, mi proceso para adentrarme y acompañar a cada una de esas luces a brillar con más intensidad, y a hacer de su camino un recorrido más emocionante y productivo.
¡Necesitaba ayuda!
Y conté con la suerte de tener un aliado mágico: Secretos para contar, con la Alianza ERA; ellos me ayudaron a generar una transformación de mi práctica pedagógica mediante la implementación de la lectura y la utilización del juego como estrategia de enseñanza.
Desde entonces los estudiantes asisten al ambiente de aprendizaje llamados por el juego y la curiosidad. Desde el día anterior, con la colaboración de los padres de familia, se preparan con la planeación de las actividades de conjunto de una forma práctica, creativa y divertida: seleccionan la oración, el juego, la lectura, las preguntas, las actividades pedagógicas y la evaluación, para llegar a escena y convertirse en los actores principales de la obra. Envueltos en un mar de emociones se disponen a ejecutar su planeación paso a paso, hasta llegar al punto del instrumento de gobierno estudiantil o actividad pedagógica, pues es allí donde se abre con más fuerza el telón, y seleccionan los libros de la biblioteca de aula y los recursos de las cajas de material educativo y deportivo para comenzar la función.
Todos alertas, sonrisas sueltas, miradas inquietas a la espera de los concursos, trabalenguas, competencias, adivinanzas, manualidades, correo de amigos, juegos de piso, historias, obras de teatro, cuentos, chistes, trovas… Se organizan, dialogamos sobre el criterio de desempeño del periodo por mejorar en las áreas de lenguaje o matemática, explicamos el proceso del juego y el puntaje que obtendrán al finalizarlo; ¡y todos a jugar!
El día de hoy se mejorará uno de los pasos fundamentales para resolver multiplicaciones, por lo que es necesario tener presentes las tablas de multiplicar. A la mayoría de mis estudiantes se les dificultan. ¿Qué juego realizar? El estudiante encargado propone, en su planeación, trabajar la tabla del nueve, y para ello tenemos construidos unos bolos con material reciclable, tarros de gaseosa llenos de arena y pintados de colores. En cada bolo hay una multiplicación grande pegada con cinta, sin resultado, ejemplo: 9 x 4 / 9 x 8 / 9 x 9. Dividimos el grupo en dos equipos, teniendo presentes los niños con dificultades de aprendizaje, quienes solo reconocerán los números de los bolos, al igual que los de preescolar y primero. El líder del grupo expone las reglas del juego y comunica el puntaje obtenido por los ganadores para ser registrado en el cartel de Mi Mundo Mágico expuesto en un lugar visible del aula.
Nos disponemos a jugar. Cada estudiante lanza la pelota de trapo construida con los buzos que llevan puestos en la mañana. Cada bolo derrumbado da un puntaje de cien, esto solo si el estudiante expresa el resultado correcto (ejemplo, 9 x 4 = 36); si no lo hace, el equipo le puede colaborar. Hacemos un registro individual de los puntajes para luego realizar la sumatoria de cada uno en el cartel.
Todos alegres, alertas, dispuestos a ganar, pero conscientes de que se puede perder, y está bien, estamos aprendiendo, nos esforzamos y damos lo mejor. Al finalizar el juego realizamos una salida al tablero para evaluar la actividad con la escritura de números para los niños con dificultades de aprendizaje, los de preescolar y los de primero, y con los resultados de la tabla del número nueve para los niños de los grados segundo, tercero, cuarto y quinto.
Y así termina nuestra función, cada día un espectáculo de emociones, sentimientos y aprendizajes que nos llevan al mejoramiento continuo de nuestro ser: somos únicos, irrepetibles y valiosos ante los ojos de todos.
Todo conduce a la satisfacción, el autocontrol, el fomento de las habilidades sociales, la resolución de conflictos y las habilidades comunicativas, aumentando así la motivación y la responsabilidad, siempre unidos, pensantes y solidarios.
Mi Mundo Mágico es una estrategia de participación activa que motiva a los estudiantes, y donde tienen la libertad de tomar decisiones que los pueden hacer fracasar o perder, pero a la vez les ofrece la oportunidad de aprender de una forma práctica.
Como nos encontramos en la dinámica del juego, los niños no tienen tanto miedo a las repercusiones, como podría ocurrir en las situaciones de la vida diaria; pueden equivocarse, pero aprenden de sus errores de manera natural y desenfadada. Es una de las mejores formas para reforzar lo aprendido teóricamente y ponerlo en práctica, en lugar de memorizar conceptos que no van a aplicar en el entorno que los rodea.
Además de mejorar los niveles de desempeño, hemos fortalecido competencias como la producción, comprensión e interpretación textual, la formulación, comparación y ejercitación de procedimientos y algoritmos, la inteligencia emocional, la gestión del tiempo, la asertividad y escucha activa, la conciencia de equipo, la creatividad, la iniciativa, el liderazgo y la vinculación familiar.
Tengo presente que las redes neuronales se activan cuando estamos contentos y relajados. Es mi propósito de vida con mis estudiantes. Espero que esta experiencia les pueda servir a todos mis colegas y que sea su finalidad implementar el juego en todos los ambientes de aprendizaje, donde los niños puedan vivir experiencias placenteras a través de la creación de un mundo mágico, de fantasías, tomando elementos de la vida real y transformándolos de forma que consigan desconectar y aliviar todas sus frustraciones.
Debemos aprovechar aquello que más les gusta hacer y que más felicidad les aporta para adaptarlo a lo que queremos enseñar; de esta manera estaremos garantizando el éxito del aprendizaje.