Wbeimar de Jesús Ciro Montoya

Quien dice la verdad ni peca ni miente. Este fue el primer pensamiento que tuve y que me sirvió como punto de partida para emprender una gran aventura con la implementación de la estrategia que le da el título a este texto. Tal como lo hace un náufrago que direcciona su barca en el inmenso mar, siempre con su mirada puesta en el horizonte.

No sería fácil, eso era lo que yo pensaba, y al instante inundaban mi mente un sinnúmero de interrogantes: ¿cómo tomarán los padres de familia el tema que se abordará con sus hijos?, ¿cómo me recibirán los chicos sabiendo que yo no soy su docente ni docente de su sede? Ah, porque yo laboraba en una sede distinta, en la cual no veía en ese momento la necesidad de poner en práctica la estrategia, ya que mis educandos eran niños de grados inferiores (primero y tercero) y los temas que se abordan con ellos son menos avanzados … En fin, mi temor no era superior a mis deseos de poner en marcha dicha propuesta con miras a mitigar y abolir una problemática de la Institución Educativa Rural San Pablo, sede Teresita Obando, vereda La Florida, de Támesis. Una sede llena de magia y alegría.

Después de pláticas telefónicas y presenciales en el parque del pueblo, acompañadas de un delicioso café tamesino (que parece ser una fuente de inspiración), la docente Karina y yo sacamos a la luz la problemática que se estaba presentando en su sede: embarazos no deseados, orientaciones sexuales diferentes, conformaciones de hogares a temprana edad, mitos, tabúes y jóvenes ávidos de conocimiento sobre su sexualidad. Y decidimos sembrar juntos semillas que al germinar atendieran a estas problemáticas.

Los docentes de ese establecimiento me abrieron las puertas de su sede y se sumaron a colaborar: Ana Karina Monterrosa, a quien comparo con el encanto y pureza de las flores, pues su belleza física y espiritual son inmensas; Osman Montoya, cuyos chistes y bromas lo hacen una persona inolvidable, tal como lo suele ser un amanecer al lado de la persona amada, y Leyda Romero, mujer y docente cautivadora, bella como las mariposas y dulce como la miel, quien con sus frases reflexivas y miradas encantadoras transmite conocimientos que se quedan para siempre como los tatuajes en la piel.

Muy relevante es dejar plasmado el nombre de la profesora Karina, quien fue mi cómplice, mi par en todo este desafío y con la cual nos enfocamos en brindar a los chicos una información verídica, pues, como lo cité al inicio, quien dice la verdad ni peca ni miente.

Una mañana encantadora, después de un lindo viaje en camioneta, llegué a la sede La Florida con muchos temores, pero con la convicción de que estar ahí era la oportunidad de hacer lo que tanto me apasiona: servir a la humanidad.

Saludos, sonrisas y miradas inquietas dieron apertura al encuentro con los jóvenes de posprimaria.

Dimos a conocer a los asistentes la estrategia. Lo hicimos de manera didáctica con herramientas digitales como Canva, donde creamos agendas para todas las jornadas; Prezi, herramienta empleada para exponer la propuesta; app Sorteos, utilizada para crear una ruleta interactiva que posibilitó indagar sobre los conocimientos previos para tener una base y saber hacia dónde orientar las temáticas, siempre enfocados en alcanzar la meta, porque quien adelante no mira atrás se queda.

Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí. Esta frase me motivó a poner en práctica una de las tantas estrategias que la Fundación Secretos para contar y la Alianza ERA me han enseñado: el preguntón. Esta nos sirvió para descubrir las muchas inquietudes y curiosidades de los estudiantes. Luego, con estas hicimos un video educativo en el cual las resolvimos todas (usamos la herramienta InShot).

Llevamos a cabo entrevistas tipo documental con dos estudiantes (uno con orientación sexual diferente y otra con embarazo no deseado), que sirvieron como apoyo para direccionar los contenidos y como fuente de aprendizaje para los demás educandos.

Navegando en la app SexDúcate, estos adquirieron conocimiento, que luego socializaron por grupos a través de trovas, parodias y exposiciones. Tal como hicimos con la app Sexualidad en la Adolescencia, que les resolvió mitos y tabúes a través de trivias.

En la plataforma Google Classroom creamos salas de clases interactivas con material de apoyo para que los estudiantes pudieran navegar y hallar información de soporte en videos, links de acceso a artículos, blogs y actividades participativas; además de realizar y subir evidencias del trabajo hecho durante la estrategia.

Escuchamos expresiones como estas:+

—¡Qué bacano aprender así!

—¡Necesitamos más propuestas educativas como esta!

—¡Ojalá todas las clases fueran así de divertidas: aprender sería más fácil!

Con la app Kahoot elaboramos un cuestionario para el diagnóstico final que nos ayudó a determinar el impacto de la intervención. Cada estudiante podía acceder desde su celular y contestar las preguntas, las cuales eran proyectadas en el video beam, donde ellos veían el porcentaje y la posición de cada participante.

Fue mágico vivenciar su aprendizaje, el empeño, la participación y el compromiso con el que asumieron la nueva información recibida. Ver jóvenes con mayor compromiso consigo mismos y con los demás, hablando y actuando con propiedad y responsabilidad, es sin duda alguna la mayor recompensa.

Asimismo, aprendieron a crear un avatar con la herramienta Voki, cuyo objetivo era que los estudiantes implementaran nuevas estrategias que les ayudaran a socializar su aprendizaje y a dar a conocer su punto de vista sobre la propuesta (el impacto que causó en su formación académica y en sus vidas). Y creamos un canal en YouTube para incentivarlos con la propuesta y mostrar las actividades realizadas durante y después de esta.

En la ejecución tuvimos actividades lúdicas, recreativas, reflexiones, momentos de oración, entrevistas, encuentros grupales al aire libre con enfoque STEM, multidisciplinario y transversal. Estas permitieron aumentar la creatividad, mejorar el pensamiento crítico y la autoestima, e impulsar la capacidad de comunicación. Además, nos sirvieron para participar en la convocatoria RUTA STEM y pasar varios escenarios.

Un día, los sembradores abandonan el terreno cultivado y muy seguramente se preguntan sobre los frutos de su cosecha. Se sentirán felices al imaginar que unas cuantas semillas brotarán con éxito; pero será mayor la felicidad si todas germinan y dan buenos frutos. Así me sentí al culminar la propuesta y ver estudiantes conscientes de la importancia del cuidado responsable de su sexualidad, de la igualdad entre los seres humanos, la diversidad y la inclusión compartiendo sus conocimientos adecuadamente y empleando herramientas tecnológicas. Todo reafirmado en expresiones como:

—¡No importa nuestra orientación sexual: todos somos iguales!

—¡No debemos recibir orientación de personas poco responsables!

—¡Nuestro cuerpo es nuestra responsabilidad!

Es por esto que recomiendo acciones didácticas transformadoras que contribuyan al desarrollo social, y, como dice el dicho, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, porque el que no escucha consejos no llega a viejo.