Sede El Cuchuco, Centro Educativo Rural La Guamala
Sede El Cuchuco, Centro Educativo Rural La Guamala
Vengo de un hermoso paraíso escondido llamado Urrao, que con su inmensidad de paisajes embellece al Suroeste antioqueño. Pertenezco a una gran familia conformada por siete hermanos. Mi padre, un humilde campesino dedicado al campo, de quien he heredado fortaleza y vigor. Mi madre, una sensible dama que me ha mostrado el amor verdadero y la importancia de la lealtad. En el calor de mi hogar aprendí a valorar las cosas sencillas, a amar a los animales, la naturaleza y a los niños. Desde pequeña me apasioné por la enseñanza, un camino donde encontré como motivación el afecto de mis estudiantes. Me gusta estar en constante aprendizaje y sentirme preparada para lo que exige una sociedad tan cambiante.
Las herramientas tecnológicas y las redes de comunicación han llegado para quedarse. Tal cosa ocurre en el Centro Educativo Rural La Guamala, sede El Cuchuco, un agradable establecimiento ubicado en el corregimiento Luciano Restrepo, municipio de Betulia, Antioquia. Esta sede educativa abrió sus puertas al conocimiento desde el año 2000. Sus estudiantes, caracterizados por su curiosidad y voluntad para aprender, han hecho de este espacio su segundo hogar. Sus salones y pasillos se llenaron de vida con sus risas y ocurrencias, pero sus alrededores mostraban una comunidad alejada de los avances tecnológicos, guiada por la religión, dedicada al campo y a la agricultura.
Los maestros, desde sus aulas de clase, impartían saberes básicos siguiendo una norma tradicional, la cual los hacía ver como proveedores de información y conocimiento. Pero el tiempo hace obra y levanta el vuelo, y con ella llegaron los avances, principalmente en ciencia y tecnología, y nuestra comunidad no fue la excepción: nuevas formas de comunicación se abrieron paso, la red inalámbrica, que llegó como magia, generó gran expectativa y un deseo insaciable de uso entre sus habitantes; los estudiantes adquirieron celulares e hicieron de sus tiempos de descanso una sala de juegos en línea, de videos divertidos y poco formativos.
Esta situación se convirtió en una invitación que, como docente, me llevó a reflexionar sobre los procesos de lectura y escritura, los cuales se vieron afectados por el uso de información inadecuada en las redes sociales, la poca utilización de libros de texto y bibliotecas escolares, además de la desmotivación frente al área del lenguaje. Por ello vi la necesidad de fortalecer los procesos de comunicación entre los estudiantes, buscar alternativas que incluyeran dichas herramientas tecnológicas y rescatar lo mejor de las mismas. Surgió una pregunta: ¿cómo hacerlo?
Luego de recorrer un camino en el cual hicimos diagnósticos de saberes previos y rescatamos opiniones sobre el uso del celular y sobre otras fuentes de información digital, iluminé mi ruta de trabajo e inicié, con apoyo de otros maestros, un significativo proyecto que respondiera a las necesidades formativas y con el cual tenía la firme intención de generar expectativa y amor hacia el aprendizaje. Es así como aparece CoCotex, una innovadora aplicación móvil pensada para niños de primaria, la cual involucra actividades multimedia y digitales, desarrolladas en plataformas educativas que se enfocan en mejorar la producción de diferentes tipos de textos y la comprensión lectora. Asimismo, tiene el propósito de fomentar el trabajo colaborativo y la construcción conjunta del conocimiento.
Para el desarrollo de mi experiencia, tuve arduas jornadas de preparación, me enfoqué en aprender programación, en buscar los recursos apropiados para 230 el grado, me convertí nuevamente en una estudiante con sed de conocimiento. Con mis compañeros, me cuestioné en muchas ocasiones: me preguntaba si aquello que estaba desarrollando sería de agrado para mis estudiantes, pues todos mis esfuerzos serían en vano si no generaba algo de felicidad en ellos. Pero todas mis dudas se disiparon cuando, por primera vez, los niños y las niñas tuvieron acceso al aplicativo: en sus rostros se reflejaba la emoción, ya que utilizarían sus celulares en clase, lo cual no era normal dentro del espacio. Con gran entusiasmo iniciamos las actividades y principalmente nos enfocamos en sus conocimientos previos: ¿qué es una aplicación móvil?, ¿qué juegos conocen?, ¿qué aplicaciones tienen instaladas en sus celulares?, ¿cómo descargan sus juegos?, ¿usamos el celular para leer?, ¿conocemos aplicaciones para escribir? Los estudiantes prepararon exposiciones y diálogos, y así creamos un ambiente ameno y de trabajo en equipo.
En otras sesiones, llevamos a cabo actividades de práctica y de aplicación, momentos que permitieron fortalecer los conceptos aprendidos y aplicarlos individual y grupalmente. Los niños y las niñas de primaria participaron de ejercicios enfocados en escribir creativamente cuentos, fábulas, poemas con ritmo y musicalidad, mitos y leyendas; para ello, inicialmente interactuaron con el material físico, con libros, específicamente con la biblioteca escolar y el Centro de Recursos de Aprendizaje (CRA). Luego hicieron un acercamiento a herramientas digitales por medio de una combinación de videos, sonidos y animaciones que les resultaron de agrado. Asimismo, contaron con espacios virtuales para hacer sopas de letras, crucigramas, rompecabezas o blogs para publicar los contenidos y juegos, a fin de evaluar lo aprendido. La propuesta finalizó con hermosas obras de teatro, de cada uno de los géneros narrativos.
La experiencia genera curiosidad y expectativa, sentimientos que durante el camino crean un mundo de posibilidades. Además, nuestro trabajo se ha convertido en una oportunidad de acercar a los estudiantes al uso apropiado de sus dispositivos móviles, que si bien son herramientas que de por sí revolucionan 231 nuestras vidas, lo realmente importante es qué hacemos con ellos. El proceso permite que los aprendices muestren sus fortalezas y aspectos por mejorar. Cada participante tiene las capacidades para expresarse de forma oral y escrita, gracias a lo cual es posible fortalecer el rendimiento académico y competencias en lectoescritura. Los estudiantes tienen el compromiso de aprovechar sus espacios de recreación.
La efectividad de esta estrategia de aprendizaje en el fortalecimiento de la competencia comunicativa textual es una alternativa para generar buenas prácticas dentro del aula, debido a su flexibilidad y recursividad en el momento de la ejecución de actividades. Por lo tanto, nuestro compromiso como educadores es explorar nuevas metodologías que apunten a enriquecer los ambientes, conscientes de que en el momento que enseñamos, también aprendemos. Pretendo que la experiencia sea replicable dentro de nuestras comunidades educativas, que provoque deseos de transformar los contenidos, que se adapte al contexto y a otras áreas del conocimiento.
Apreciado maestro, para inspirar el cambio, es necesario ser perseverantes, probar diversidad de estrategias y no tener miedo a equivocarnos, porque el uso de las TIC se ha convertido en un lenguaje cotidiano para nuestros estudiantes, y no hay nada más satisfactorio que poder usarlo en el fortalecimiento de nuestro quehacer docente. En ocasiones, el camino se torna complicado, así que es necesario definir sus necesidades educativas y fomentar el trabajo grupal para lograr una adecuada integración tecnológica. Recuerda que el saber no ocupa lugar.
Agradecimiento especial a mi compañera y docente Yarleydi Marcela Bonilla, a mi amigo Daniel Camilo Montoya y a mi directora Adriana Martínez Plazas.